Difíciles de soportar por sus síntomas, también de ocultar por ser muy visibles, suelen tener un elevado impacto en la vida de las personas que las padecen. Aquí están los 10 trastornos de la piel más extendidos entre la población.
1. Acné
Lo causan las bacterias producidas por una obstrucción de grasa o células muertas, lo que genera la aparición de granos o puntos negros en la cara, pecho, espalda u hombros. Es más común en la adolescencia y cuenta con tratamientos efectivos.
2. Psoriasis
La psoriasis es un trastorno crónico que se produce por un exceso de producción de células cutáneas, que acaban acumulándose en la superficie generando escamas y manchas rojas que pueden ser dolorosas. No tiene cura, aunque si tratamientos para controlar los síntomas.
3. Dermatitis atópica
La dermatitis atópica se produce por trastornos genéticos, que evitan que la piel se proteja correctamente de agentes externos y se irrite. No tiene cura, por lo que sólo se puede actuar sobre sus síntomas.
4. Alopecia
La alopecia es mucho más frecuente en hombres, donde tiene una causa genética y un patrón de pérdida de cabello reconocible. Es menos frecuente en mujeres aunque cuando se produce suele tener un impacto mayor sobre la paciente por motivos sociales y estéticos. No se puede evitar la alopecia, aunque sí retrasarla con tratamientos.
5. Urticaria
La urticaria es una enfermedad que consiste en la aparición de ronchas rojas en la piel a causa de una reacción alérgica a patógenos, productos químicos, luz solar, insectos, medicamentos, etc.
6. Cáncer de piel
El cáncer de piel suele desarrollarse en las zonas expuestas a la radiación solar, la cual provoca unas lesiones en las células que se convierten en células cancerosas. Sus síntomas suelen ser el desarrollo de úlceras, lesiones marrones, aparición de bultos, lunares sangrantes y zonas con picazón.
7. Hidradenitis supurativa
La hidradenitis supurativa provoca la formación de dolorosas protuberancias en capas internas de la piel. Se cree que se desarrolla porque los folículos pilosos se taponan. Suele aparecer en las zonas de la piel con más roce y la solución más habitual suele ser la cirugía.
8. Dermatitis seborreica
La dermatitis seborreica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por eritema y descamación fina en áreas específicas de la cara y el cuero cabelludo, alternando ciclos de remisión y exacerbación.
Es una enfermedad que se presenta generalmente en la edad adulta, pero también puede afectar a recién nacidos y lactantes hasta los 4 meses de edad. Se cree que es causada por la alergia al hongo Malassezia furfur en individuos con poca inmunidad y una alta producción de sebo.
9. Impétigo
El impétigo es una enfermedad infecciosa muy contagiosa y común en niños. Se caracteriza por la aparición de llagas alrededor de la nariz y la boca que acaban convirtiéndose en costras. Está provocada por la acción de una bacteria, por lo que el tratamiento con antibióticos es efectivo.
10. Hiperhidrosis
La hiperhidrosis es una enfermedad de la piel caracterizada por una excesiva sudoración independientemente de la calor y del ejercicio físico que se realice, lo que tiene un gran impacto en la vida social de las personas afectadas en función al grado en que la sufren. Existen diferentes tratamientos, desde antitranspirantes hasta la cirugía.
El ardor de estómago lo provoca la acidez estomacal, que también puede afectar al esófago. Las comidas copiosas y digestiones pesadas suelen producirla, por lo que seguramente todos lo hayamos sufrido alguna vez. No obstante, si se convierte en algo muy frecuente debemos ir al médico para comprobar que no nos esté causando problemas mayores.
Cuando los alimentos entran en nuestro estómago este se cierra por la parte que comunica con el esófago, pero si hay algún problema en ese cierre, si no logra cerrarse bien, los contenidos del estómago pueden devolverse hacia el esófago en forma de reflujo, lo que provoca irritación y acidez. Es también frecuente padecer la sensación de que la comida o líquidos regresan a la garganta o boca.
Por todo ello, aquí están nuestros 10 consejos para evitar el ardor de estómago:
Evitar el consumo de café y té negro
No ingerir grandes cantidades de comida de una vez
Tomar protectores estomacales si vamos a tomar medicamentos
Evitar en la medida de posible los alimentos cítricos y la menta
No comer condimentos o salsas picantes
Moderar el consumo de tomate o salsas derivadas de este alimento
Cuidado con los dulces y también con el chocolate
Masticar adecuadamente los alimentos y comer despacio
Cenar al menos dos horas antes de acostarse para evitar el reflujo
No beber mucho alcohol
Con estos consejos, seguro que reducirás tu ardor al mínimo 🙂
Tu sistema digestivo descompone lo que comes en los nutrientes que tu cuerpo necesita. Si no cuidas tu salud digestiva, tu cuerpo podría tener problemas para absorber estos nutrientes esenciales.
Lo que comemos y nuestro estilo de vida tiene un impacto directo en nuestra salud. Tomar medidas para mejorar nuestra salud digestiva puede ayudar a nuestro sistema digestivo a funcionar mejor y a mejorar nuestra salud general y sensación de bienestar.
¿No sabes por dónde empezar? Prueba a incorporar estas estrategias en tu día a día para mantener tus engranajes bien engrasados:
1. Sigue una dieta alta en fibra. Una dieta alta en fibra ayuda a la comida a mantenerse en movimiento en el tracto digestivo, reduciendo la posibilidad de padecer estreñimiento. Además reduce el riesgos de diverticulitis, hemorroides y síndrome del intestino irritable. Además te ayudará a controlar tu peso.
3. No abuses de los alimentos ricos en grasas. Las grasas ralentizan la digestión y favorecen el estreñimiento, pero al mismo tiempo también son necesarias. Combinarlas con fibra puede ser una buena solución
4. Elige carnes magras. Las proteínas son una parte esencial de la dieta, pero las que son ricas en grasas pueden ser difíciles de digerir. Cuando comas carne, elige mejor lomo de cerdo, carne de ave sin piel y sobre todo modera las raciones para poder acompañarlas de alimentos ricos en fibra.
6. Come de manera ordenada. Te sentirás mejor si estructuras las comidas a lo largo del día y picas algo saludable entre comidas.
7. Mantén tu hidratación. Beber mucho agua es bueno para tu intestino.
8. Minimiza la cafeína, el alcohol y el tabaco. Interfieren con el funcionamiento del sistema digestivo y pueden dar problemas como el ardor o las úlceras.
9. Haz vida activa. Por supuesto esto tiene beneficios muy evidentes, como la ayuda a mantener un peso saludable, pero también otros menos obvios, como reducir la posibilidad de padecer estreñimiento.
10. Controla el estrés y la ansiedad. ¡Como si fuera sencillo! No lo es, pero es importante. Date momentos para desconectar y sobre todo quiérete y cuídate 🙂
La calidad del sueño dependerá de la calidad de la vigilia durante el día. ¡Este estado de vigilia está influenciado en especial por el ritmo y el contenido de las comidas.
Es indispensable respetar tres comidas al día, a las que se puede añadir un tentempié a la hora de la merienda. La composición de las comidas varía según se trate del desayuno, el almuerzo, la merienda o la cena. En efecto, algunos alimentos son calmantes e inducen el sueño; a la inversa, otros son estimulantes. Pequeña revisión de la jornada ideal para un sueño de calidad, desde el punto de vista de la alimentación
Por la mañana, para empezar bien el día, se recomienda introducir una proteína en el desayuno (queso, queso blanco, “petit suisse”, jamón, huevo, beicon, …), además de los otros elementos que componen el desayuno (cereales, fruta, bebida…). Atención a los alimentos dulces, que favorecen la somnolencia, excepto si se toman en el momento del ejercicio físico.
En el almuerzo, proteínas, teniendo en cuenta que las carnes rojas son estimulantes y favorecen la vigilia. Todos los demás componentes clásicos del almuerzo, ¡pero cuidado con los postres demasiado dulces, que pueden acentuar la somnolencia natural que se produce al principio de la tarde!
Si es necesario, se puede añadir un tentempié a la hora de la merienda. Lo ideal es una merienda baja en proteínas y rica en glúcidos complejos (lentos), como el pan integral. Los frutos secos también constituyen una opción interesante, ¡así como la fruta fresca!
¡Durante todo el día, no olvide beber agua para hidratarse suficientemente!
Por la noche, es preferible una comida ligera sin alcohol, tomada de dos a tres horas antes de acostarse y evitando la carne roja estimulante, los alimentos demasiado grasos difíciles de digerir y que producen una fragmentación del sueño; en cambio, es mejor privilegiar las verduras, los glúcidos complejos (lentos) y, en especial, las legumbres, fuentes de proteínas vegetales (lentejas, guisantes majados, alubias…). Los glúcidos complejos y los productos dulces, por su parte, favorecen la producción de serotonina, precursora de la melatonina, hormona que facilita el adormecimiento porque da una señal de sueño al reloj biológico.
¿Lo sabía?
Una alimentación hipocalórica produce una modificación del ciclo vigilia-sueño. Tanto en el animal como en el ser humano, la privación de alimento fragmenta el sueño y reduce la duración del sueño lento profundo, el sueño más reparador
Ejemplos de tentempiés
Fuera de casa, a elegir:
Una fruta fresca, como manzana, plátano, naranja, mandarina…
Una barrita de chocolate negro
Zumo de fruta (cartón de zumo natural), agua sin gas
Una galleta salada o una ración de queso
Barritas de cereales (evite las que tienen demasiado azúcar)
En casa, a elegir:
Queso blanco y frutos rojos o productos lácteos variados
Una barrita de chocolate negro
Fruta fresca: plátano, manzana, naranja…
Pan de cereales, con un trocito de mantequilla o queso
Zumo de fruta sin azúcar añadido, agua sin gas
¡Evitar los refrescos con cola y el café a partir de las 14 h!
Los alimentos probióticos son organismos vivos que cuando los consumimos nos reportan beneficios para nuestro intestino y nuestro sistema digestivo.
Para que estos beneficios sean reales, los microbios deben estar vivos y en una cantidad adecuada cuando se consumen.
Algunos alimentos, como los yogures frescos, el kéfir, el jocoque, chucrut, kimchi y otros productos fermentados pueden contener probióticos. A pesar de que los probióticos son considerados seguros, en ciertos casos pueden causar interacciones bacteria-hospedador y efectos secundarios adversos.
Los usos de los alimentos probióticos son muy variados, e incluyen afecciones como el colon irritable, el tratamiento del Helicobacter pylori, el estreñimiento, la halitosis, la candidiasis, etc.
Los probióticos también pueden ser utilizados para reducir el estrés oxidativo y en general muchas otras patologías y condiciones, por ello si tiene cualquier duda lo mejor es que nos consulte en nuestra farmacia.
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