Nuestra salud en datos

El Ministerio de Sanidad permite consultar de manera sencilla los datos existentes en el Sistema de Información Sanitaria del estado y las comunidades autónomas.

Mediante una serie de sencillos gráficos, podemos tener una visión general sobre población, estilos de vida, opiniones, infraestructura sanitaria, etc, ayudándonos a comprender cual es la situación sanitaria de nuestra sociedad.

Los datos se pueden consutar a través de este enlace.

La importancia de los niveles de ventilación durante la pandemia COVID19

Las últimas evidencias científicas demuestran que el virus SARS-CoV-2 tiene en la transmisión por medio de aerosoles una de sus principales vías de contagio, siendo además la que cuenta con más posibilidades de superar la barrera de la mascarilla si estos aerosoles se acumulan en cantidad suficiente.

En los espacios cerrados, donde conviven personas sanas con otras potencialmente contagiadas, mantener una ventilación adecuada es la única forma para frenar los contagios.

Aunque todos los lugares de trabajo deben contar con algún sistema de ventilación, puede que no hayan sido diseñados para afrontar las exigencias derivadas de la exposición al virus. Por ese motivo es imprescindible realizar mediciones que permitan conocer los niveles de renovación de aire existentes y establecer las estrategias adecuadas de acuerdo con la metodología diseñada por la universidad de Harvard y el CSIC. Las mediciones pueden realizarse tanto con el local ocupado como vacío, empleando metodologías diferentes para cada caso.

La pandemia COVID-19 aumenta de manera importante el consumo de algunos medicamentos por parte de la población.

Si bien no se han producido desabastecimientos ni situaciones de emergencia, es cierto que el uso de medicamentos analgésicos, inhaladores, ansiolíticos y similares prácticamente se ha doblado.

El análisis de los datos de dispensación del servicio público de farmacias muestran grandes cambios en la utilización de medicamentos durante el periodo más duro de la pandemia, sobre todo, los relacionados con síntomas de la COVID-19. Esto preocupa al Consejo General de farmacéuticos que temen que pudieran estar menos disponibles para las personas que realmente los necesitan.

En el caso de los analgésicos, su utilidad en síntomas como el dolor y la fiebre, el número de personas infectadas puede explicar este incremento, pero no sucede así con otros medicamentos que no tienen una utilidad directa para el COVID-19 y que pueden estar siendo utilizados de manera errónea por muchas personas.

Otros medicamentos que también, aunque en menor medida, han visto elevada su demanda, son los ansiolíticos y antidepresivos, lo que también según el Consejo, responde al impacto que está teniendo la pandemia en nuestra salud mental.

En cualquier caso, desde Farmacia Tamargo queremos reiterar nuestro compromiso de informar y aconsejar a nuestra comunidad acerca de qué y qué no debemos hacer en lo que a COVID-19 y medicamentos se refiere.

Mascarillas y sus tipologías, ¿qué mascarilla debemos usar?

Mascarillas quirúrgicas

Las mascarillas quirúrgicas son recomendables para las personas enfermas, sintomáticas o asintomáticas, para que con ellas no puedan contagiar al resto de la población. También son aconsejables para los niños que hayan dado positivo.

Hay que consultar las instrucciones (pueden tener fecha de caducidad). Sin embargo, se aconseja que su uso no supere las cuatro horas y en caso de que se humedezca o deteriore por el uso, se deseche de inmediato.

Las mascarillas quirúrgicas  pueden proteger a los demás del coronavirus o de otra infección, pero NO sirven para proteger a quien la lleva puesta de las agresiones externas. Además, este tipo de materiales no son reutilizables, por lo que no pueden limpiarse o desinfectarse.

Mascarillas autofiltrantes

En el caso de las mascarillas de alta eficacia o de EPI son las que utilizan los profesionales porque sirven para crear una barrera entre un riesgo potencial y el usuario. Aunque también pueden estar recomendadas para grupos vulnerables, siempre por indicación médica. Su finalidad es proteger a la persona que la lleva puesta de las inhalaciones de partículas infecciosas y, por tanto, su protección es de fuera hacia dentro.

Según su eficacia de filtración pueden ser de tres tipos: FFP1, FFP2, y FFP3. Las FFP1 no están diseñadas para proteger de pandemias como el coronavirus, las FFP2 se adjudican especialmente a profesionales sanitarios o sociosanitarios que atiendan a pacientes infectados o en aislamiento y las FFP3 son más seguras para el personal sanitario que se enfrenta a situaciones de mayor riesgo.

¿Cuánto duran?

Como ocurre con el resto de mascarillas, las autofiltrantes dependen de si en su marcado aparecen como reutilizables (R) o no reutilizables (NR), que solo pueden ser usadas una vez o en «un turno de trabajo» (de 4 a 8 horas).

Sea cual sea el tipo de mascarilla que se esté utilizando, las autoridades sanitarias desaconsejan darles un segundo uso a las mascarillas dándoles la vuelta, ya que esto «no aumenta su durabilidad ni eficacia».

Colocación de una mascarilla

Estos son los pasos que se deben seguir para colocarse la mascarilla de forma correcta:

  1. Lavarse las manoscon agua y jabón antes de manipular la mascarilla
  2. Encontrar la parte superior de la mascarilla
  3. Posicionarla mascarilla en la cara, concretamente a la altura de la nariz.
  4. Sostener la mascarilla desde el exterior y sujetar el arnés de cabeza detrás de la mismao ambos lados de las orejas.
  5. Bajar la parte inferiorde la mascarilla a la barbilla
  6. Comprobar que la mascarillacubre la barbilla y la boca
  7. Pellizcar el pliegue nasalcon ambas manos para ajustar la mascarilla a la nariz
  8. Verificar que la mascarilla está colocada correctamente, asegurándonos que está sellada y no tenemos molestias respiratorias.
  9. Por último, una vez puesta,no tocar la mascarilla con las mano Si necesitamos quitárnosla debemos lavarnos las manos y frotarlas con gel hidroalcohólico para su correcta desinfección.

Las regiones con población más vulnerable, prioritarias para el ECDC en cuanto a plazos para recibir la vacuna de la COVID19

El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe con recomendaciones de vacunación del Covid-19 en la Unión Europea en el que aconseja priorizar la vacuna, una vez esté disponible, en las regiones con más incidencia y a la población más vulnerable.

El organismo recuerda que para la implementación de la futura vacuna sea «exitosa» se necesita contar con un sólido sistema de vigilancia de la enfermedad; con estudios de postcomercialización sobre eficacia e impacto de la vacuna; con un monitoreo pasivo y activo de los efectos secundarios tras la vacunación; con informes con datos sólidos sobre la cobertura vacunal; así como con marcos legales y regulatorios para el despliegue de las vacunas.

«Estos componentes son los que generalmente se adoptan cuando una nueva vacuna está disponible en el mercado y se integran en los calendarios nacionales de vacunación. La Covid-19, causada por el virus SARS-CoV-2, es una enfermedad nueva y aún no hay vacuna disponible para ella, lo que plantea grandes desafíos para el desarrollo temprano de estrategias nacionales de vacunación», destaca el organismo en el trabajo.

«Una vez que las vacunas contra el Covid-19 estén disponibles, es probable que su suministro sea limitado, al menos inicialmente. La capacidad de suministro, tanto inicialmente como a lo largo del tiempo, determinará el uso de la vacuna y la priorización de la entrega», ha señalado el organismo.

La implementación deberá ajustarse en consecuencia para optimizar rápidamente la asignación de vacunas y garantizar la disponibilidad de vacunas para quienes más las necesitan. Los siguientes enfoques no mutuamente excluyentes para el despliegue de vacunas se pueden considerar al diseñar estrategias de vacunación, teniendo en cuenta los diferentes niveles de suministro de vacunas y las etapas de la pandemia: centrarse en grupos seleccionados; vacunación de acuerdo con los estratos de edad; dirigirse a grupos con un mayor riesgo de exposición y transmisión posterior del SARS-CoV-2; priorizar las regiones geográficas con alta incidencia de COVID-19; desplegar la vacuna para controlar los brotes activos; realizar enfoques adaptativos para ser modulados según las circunstancias; la realización de una estrategia de vacunación universal.

«Dada la escasez inicial prevista, los países deberán identificar grupos prioritarios para la vacunación, si bien una caracterización más amplia de estos grupos necesitará categorizarlos más en diferentes niveles de prioridad. La identificación de los grupos prioritarios y de los niveles dentro de ellos dependerá de varios factores, incluida la epidemiología de la enfermedad en el momento del despliegue de la vacuna, la evidencia de riesgo de enfermedad grave y de exposición al Covid-19, la preservación de servicios sociales y principios de equidad, entre otros», ha zanjado el ECDC.

Fuente | EuropaPress

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